Si prefieres preparar el solomillo al horno, es importante que ates la carne con un hilo de cocina. De esta forma evitarás que la carne se deforme durante su cocción.
Por otro lado, antes de hornear las piezas de carne, te aconsejamos sellarlas a fuego vivo en una sartén con un poco de aceite. Este paso es esencial para intensificar su sabor y jugosidad.
La temperatura ideal del horno es de 180° y se recomienda dejar 1 kg de carne durante 20 minutos. A medida que sumes otros 100 gramos adicionales de carne, debes añadir 5 minutos extra.
A medida que controles el punto de cocción de la carne, puedes pintar la pieza con una combinación de aceite y hierbas.
Una vez que retires del horno este bocado delicioso, déjalo reposar durante unos 10 minutos y luego sí ya puedes servirlo. Así los jugos se distribuirán y obtendrás un platillo perfecto.
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