Bueyes de León

Creemos en nuestro trabajo y en la calidad de nuestra carne porque controlamos todo el proceso

Nuestra mejor garantía es la procedencia, la cuidada selección y el dedicado trabajo diario cerca de ellos: criamos a nuestros bueyes y los alimentamos con los mejores pastos y cereales, que cosechamos nosotros mismos.

Contamos con una ganadería de 70 bueyes, todos ellos de razas autóctonas portuguesas: Minhota y Barrosa; y nacionales, como la Rubia Gallega.

Y por aquí comienza el secreto de la excelente calidad de nuestra carne: por la selección de los animales y su cuidado diario en nuestra finca. De las cabañas portuguesas hemos conseguido sus mejores razas. Nos gustan porque aúnan la inmensa calidad y una buena producción de carne.

Nuestros pilar es la transparencia sobre el que se construye la confianza de nuestros clientes

Hace cerca de 12 años, dimos con estos portentosos animales en Chaves (Portugal), adquiriendo media docena de ejemplares de características impresionantes, difíciles de encontrar a día de hoy. Bueyes que nos han acompañado a lo largo de todos estos años y que, a día de hoy, seguimos queriendo entre nosotros.

Nuestras visitas al país vecino son frecuentes a lo largo de todo el año, pues es donde sin duda encontramos los animales con las características más especiales, habiendo llegando a entablar una estrecha y amistosa relación con los tratantes portugueses.

Pero encontrar ejemplares que destaquen no es tarea fácil, por eso también hemos optado por seleccionar e introducir cada mes de entre los terneros de raza rubia gallega que nacen en nuestra ganadería, uno o dos que reúnan las mejores características una vez comience el proceso de engorde para convertirse, con mucho tiempo de por medio, en ejemplares únicos, viejos, pesados y rústicos.

Respetamos los tiempos necesarios para obtener un producto de calidad superior

Este proceso es laborioso y lento, y exige nuestra máxima dedicación. Nosotros llevamos a cabo un control completo de todo el proceso: desde el nacimiento, crecimiento y cebado, hasta el sacrificio y posterior comercialización.

Imágenes como esta son parte de nosotros, de nuestra identidad, de nuestro trabajo diario y nuestro día a día. Los vemos todos los días, llenamos sus tolvas con cereales a demanda, los acariciamos y cepillamos, mullimos sus cuadras...etc

En nuestra finca los bueyes disponen de agua fresca, tolvas con hierba en abundancia, y maíz, combinado con cereales naturales, de nuestra propia cosecha, como la cebada y el centeno. Llegan a comer hasta 20 Kg a su antojo, se crían en libertad durante unos 5 años amparados por la tranquilidad y sosiego de los prados donde pastan. Después, los cebamos dos años más hasta que llegan a los 1800 kg en vivo.

En sus últimos meses, los bueyes permanecen estabulados en cuadras, pues es el momento de favorecer su reposo, maduración y la acumulación de grasas.

En resumen, a estos nobles animales les tratamos como se merecen ya permanecen en nuestra casa durante periodos de tiempo que van desde los 4-5 años llegando hasta los 8-10.

Una alimentación completa y natural, de nuestra propia cosecha es la clave

Nuestros bueyes no entienden de engorde intensivo ni químico.

¿Quieres saber cuál es nuestro secreto?

Entienden de pastos verdes y alimentación natural, porque así los criamos.

Además, contamos con más de 200 hectáreas de terreno dedicadas a la agricultura. Por eso, en su dieta incluimos cereales que producimos de nuestra propia cosecha, como cebada, veza, trigo y sobre todo, maíz, para complementar su cuidada alimentación, y conseguir que, a su debido tiempo, aporten matices especiales a su carne.

Así es como nuestros animales desarrollan una carne de color cereza intenso y grasas de color amarillo aceitoso que les confieren ese apreciado aroma, con ese excelente sabor, que ofrece una sensación, sabor y textura que muchos creen perdidos.

Nuestros animales son el reflejo de un trabajo bien hecho

¿Cuántos de los que dicen saber todo sobre carne, no le dieron nunca de beber a un animal?

La verdadera nobleza de estos animales se siente todos los días. Y es por eso que creamos y comercializamos carne de excelente calidad para un mercado diferenciado. Podemos decir con orgullo que en esta casa se crió durante 6 años Goliat.

Aunque muy a la zaga le siguen otros tres "hermanos" que llegarán a ser como él... o quizás mejor.

Por muchas modas que pasen, por un futuro incierto que vivimos, una certeza quedará siempre en nuestros pensamientos: por esta casa han pasado los mejores y más pesados ejemplares de vacas y bueyes de raza rubia gallega pura que produce Castilla y León.

Esta es la consecuencia de un trabajo constante, durante muchos años, delicado y que requiere tiempo y paciencia.

Ganado Vacuno

Nuestro cuidado por la materia prima consigue un producto excelente

En nuestra finca tenemos alrededor de 200 ejemplares de las razas autóctonas portuguesas: Minhota y Barrosa; y razas nacionales como la Rubia Gallega, la Alistana Sanabresa, la Vianesa y la Caldelana.

Apostamos por ellas porque son responsables de la producción de la mejor carne y aúnan la excelente calidad y cantidad de la misma.

Debido a su capacidad de absorber el maíz en grasas amarillas, esta carne ofrece sensaciones de otro tiempo, texturas con matices muy especiales, aroma apreciado y excelente sabor.

En la selección de ganado vacuno, contamos con las razas RUBIA GALLEGA y ALISTANA SANABRESA, aunque también cebamos ejemplares de asturiana de los valles y caldelanas.

Sin duda, apostamos por la RUBIA GALLEGA pura, pues es una raza rústica, adaptada al clima, y de grandes aptitudes cárnicas. Después de adquirir varios ejemplares de hembras en Galicia, nos hicimos con un semental gracias al cual nuestra ganadería cuenta con terneros y terneras puros de esta inmejorable raza.

Nuestro entorno reune las mejores condiciones para la producción de carne

Conviven en plena naturaleza y total libertad, en un entorno exclusivo, rodeado de buenos pastos y forrajes, que pastan a su antojo.

La Ribera del Órbigo, reúne las mejores condiciones para la obtención de nuestro producto. Nos proporciona campos con pastos verdes y naturales, que aportan a la carne un color cereza intenso y grasa color amarillo aceitoso, y un sabor muy característico.

Desde su nacimiento, nuestros terneros y vacas son alimentadas mediante lactancia materna. Más tarde, gozan de una alimentación a base de pasto natural concentrado con cereales de nuestra propia cosecha, y aportes de maíz que se van regulando para un mejor engrasamiento del animal.

Esto junto con el sosiego del campo, hace que los animales sufran apenas estrés, lo que redundará en una carne más sabrosa, tierna, y que madurará mejor.

Nuestro trabajo respeta el carácter y los ritmos de cada animal

Si bien hemos hablado de la importancia de la selección, de las condiciones del entorno y la adecuada alimentación, debemos mencionar el que sin duda es el factor más determinante: la lentitud del proceso.

Para que el resultado final sea de 10, cada vaca tiene su momento y marca su propio ritmo, en función de su carácter y necesidades.

Como ganaderos, somos pacientes. Sabemos que el proceso es laborioso y lento, y exige nuestra máxima dedicación. Nosotros llevamos a cabo un control completo de todo el proceso: desde el nacimiento, crecimiento y cebado, hasta el sacrificio y posterior comercialización.

Por muchas modas que pasen, por un futuro incierto que vivimos, una certeza quedará siempre en nuestros pensamientos: por esta casa han pasado los mejores y más pesados ejemplares de vacas y bueyes de raza rubia gallega pura que produce Castilla y León.

Proceso Natural

Toneladas de maíz cultivado en la ribera del Órbigo y buenos pastos hacen la magia

Trabajamos codo con codo para mantener y mejorar en lo posible la calidad de nuestras carnes, pues tenemos un firme compromiso de cuidar todo el proceso.

Por eso, nos encargamos personalmente desde la crianza de los animales y su alimentación y cuidados básicos, a su sacrificio, pasando por la preparación y despiece de las piezas de carne, hasta llegar a su comercialización.

Todo ello de manera local y controlada en su totalidad por nosotros.

¿Qué pretendemos?

Nuestro principal objetivo es mantener un producto de gran calidad. Para esto, es fundamental cuidar y respetar el entorno en el que nos encontramos, y garantizar el bienestar de nuestros animales, favoreciendo siempre sus condiciones de vida.

¿Qué conseguimos?

Que disfrutes de nuestra carne al recordar el sabor único y auténtico de unos animales mimados que se crian como toda la vida, de forma natural, pastando a placer, en libertad, y engordando sus carnes y la nobleza de su raza.

¿Cómo lo hacemos?

Disponemos de dos códigos de explotación ganadera semiextensivos, combinamos el aprovechamiento del medio al aire libre y el método de la estabulación dependiendo de la época del año.

Como ganaderos, optimizamos todos los recursos que nos brinda nuestra tierra. En primavera y verano, los animales pastan libremente los pastos y prados de la zona, momento en que comenzamos las labores agrícolas de siembra en las tierras para obtener más tarde, al finalizar el verano, los cereales y forrajes de nuestra propia cosecha. Estos se destinan a la alimentación de terneros, vacas y bueyes durante el invierno, momento en que el ganado permanece estabulado en sus cuadras.

En septiembre, producimos alrededor de 200 toneladas de silo de maíz, soja y hierba.

El ensilado de maíz se conforma con las plantas de las maíces, es decir, las mazorcas, verdes y tiernas, sin secar. Más tarde, se prensan y se apilan para favorecer su fermentación.

Además, sembramos trigo, avena, veza y cebada para obtener forrajes naturales. Así. durante la cosecha se separa el grano de la planta (del fruto). Luego, se deja secar y se tritura para obtener paja.

La paja de centeno es usada para mullir las las camas del ganado, mientras que la de avena y veza se les da a los animales para que rumien mejor.