5. Fuego alto. Necesitas temperatura alta para cocinar en condiciones nuestra carne. De esta manera se tostará por fuera y quedará tierno por dentro.
6. Vuelta y vuelta. Cocinala solo lo cocinaremos una vez por cada lado. Nada de marearlo sin parar. Con una vez por cada lado es suficiente.
7. La sal al final. La echaremos en dos tiempos. Una vez le demos la vuelta al chuletón, echaremos abundante sal gorda sobre la parte tostada. Repetimos el proceso por el otro lado tostado. Al finalizar, retiramos la sal sobrante de la superficie de la carne, que habrá absorbido solamente la sal que necesite.
8. El punto de la carne. Cada comensal tiene sus preferencias, pero si habéis comprado una carne de calidad, lo mejor será no pasarla demasiado. Si luego la queréis más hecha, volved a la plancha, pero con menos temperatura, para que no se carbonice la parte exterior del chuletón.
9. Un momento de pausa. Retiramos la carne de la plancha, y la tapamos con un paño limpio durante un par de minutos antes de servir. De esta manera cogerá más jugosidad. Cortamos a ras de hueso y luego fileteamos, en trozos de 2/3 cm. de ancho.
10. Acompañamiento y maridaje. Para mí lo esencial es disfrutar de la calidad de la carne, así que una simple ensalada es la guarnición ideal. También podéis añadir algún pimiento asado o del piquillo.
El vino ha de ser con alta concentración y gusto potente, que no se achique ante el sabor de la carne. Un paso por barrica y un periodo de reserva son garantía de buen maridaje. Tempranillo, Garnacha, Mencía, encajan a la perfección.
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